martes, 19 de junio de 2007

La Justicia reitera que la mujer asesinada en Vitoria no pidió protección pese a poner 2 denuncias

5 de junio

«Se cumplió la ley. No tenemos una bola de cristal», zanja el fiscal jefe de la Audiencia de Vitoria El Ayuntamiento se personará como acusación particular
I. OCHOA DE OLANO i.o.olano@diario-elcorreo.com/VITORIA

Dos familiares de Asun Villalba se abrazan en el funeral. / J. MONTES

Los estamentos judiciales cerraron ayer filas en torno a la actuación de los jueces y el Ministerio Público en el caso de Asun Villalba, la ama de casa acuchillada de forma salvaje el sábado en su casa de Sansomendi a manos de su marido. Consideran que se procedió «conforme a la ley», puesto que la víctima retiró tanto la denuncia por maltrato psíquico que interpuso contra su agresor el pasado diciembre, como otra, de similar naturaleza, que presentó hace ya cinco años y cuya existencia trascendió ayer. Recalcan, asimismo, que no reclamó protección alguna, en contra de lo que la Ertzaintza aseguró, mediante un comunicado difundido apenas horas después de que ocurriera el terrible homicidio.

El primero en respaldar el procedimiento seguido fue el fiscal-jefe de la Audiencia Provincial de Vitoria. Lo hizo ante los medios de comunicación, a quienes convocó en su despacho a mediodía de ayer. Josu Izaguirre explicó que el pasado diciembre Asun Villalba denunció que era una «víctima de maltrato psicológico» por parte de su pareja, «por lo que se inició el correspondiente protocolo para la concesión de una orden de protección». Según el relato del Ministerio Público, con posterioridad, y ante el juzgado de violencia doméstica, la mujer dijo que «quería separarse; que su marido no le pegaba, pero le insultaba de forma continua, que no le tenía miedo y que renunciaba a toda acción civil o penal» en contra de su esposo. «Sólo solicitó la concesión de las correspondientes ayudas sociales. No pidió el alejamiento del presunto agresor o cualquier otra medida para su protección», enfatizó.

Pese a que ese día la víctima «no hizo referencia alguna a la existencia de denuncias anteriores», Izaguirre reveló que, según los archivos judiciales, puso otra hace cinco años, «que fue retirada por ella misma». En la misma afirmaba haber recibido un golpe, «lo que en aquel momento suponía una falta y no un delito, como se calificaría con las últimas reformas legales», aseguró.

El fiscal zanjó que, ante las manifestaciones de la mujer, el juzgado no podía dictar ninguna orden de protección. Recordó, a renglón seguido, que se procedió al sobreseimiento provisional de las actuaciones «por no quedar acreditados los hechos». «Se ha actuado conforme a los datos que había encima de la mesa. No tenemos una bola de cristal», indicó.

Más sensibilización

En la misma línea se expresó el Consejo General del Poder Judicial. La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica de ese organismo, Monserrat Comas, aseguró que la actuación de los jueces «fue absolutamente correcta». También la fiscal de sala delegada contra la Violencia sobre la Mujer, Soledad Cazorla, subrayó que «el juez y el fiscal actuaron conforme a la ley al archivar las actuaciones».

Similar opinión defendió la delegada especial del Gobierno central contra la violencia hacia las mujeres, quien abogó por «extremar las labores de sensibilizaciones. No podemos asistir a declaraciones de los vecinos de que esta muerte iba a suceder y no denunciarla. De haberlo hecho, la valoración del juez habría sido otra», señaló Encarnación Orozco.

Mientras el Poder Judicial trataba ayer de sofocar la polémica suscitada en torno a este caso, la asociación contra el maltrato de género Clara Campoamor acudía a los juzgados de Vitoria a presentar el escrito para ejercitar la acusación popular contra el presunto homicida, tal y como ya había anunciado. No estará sola en el cometido. El Ayuntamiento se pronunció en el mismo sentido, con lo que también participará en el procedimiento judicial desempeñando el mismo papel.

La Corporación, que aprobó un texto de condena, ha convocado, además, para el mediodía de hoy una concentración de repulsa ante las agresiones a las mujeres y de solidaridad con la familia de la víctima. Tendrá lugar frente a la Casa Consistorial.

La Asamblea de Mujeres de Álava hacía ayer lo propio y a gritos por las calles de la ciudad, mientras, en el barrio de Sansomendi, familiares, amigos y vecinos abarrotaban la parroquia de Nuestra Señora de Los Dolores para asistir al funeral de AsunVillalba. Por la mañana, habían dado su último adiós a esta mujer, de 35 años, madre de una joven, y ama de casa que ayer mismo iba a estrenarse en un trabajo fuera de sus labores domésticas. Lo hacían en el cementerio de El Salvador y para siempre.

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